El proyecto une dos unidades habitativas de un edificio de vivienda plurifamiliar de los años '70 de la calle Salutati en Milán. La planta segunda había sido objeto de reforma en el año 2011, mientras que la planta tercera mantenía la configuración originaria.
Al conectar las dos plantas, la distribución de ambas cambia radicalmente. En la zona central y mas oscura de la planta se encuentra la escalera de manera que sea visible desde la sala: los escalones de color azúl intenso se perciben a través de una celosía de madera; en planta segunda se ubica la zona de día con un amplio salón/comedor, un estudio/habitación de invitados y la cocina con anexo un cuarto lavadero y baño. En la planta tercera las habitaciones de los niños, conectadas a través de una puerta corredera, crean una distribución circular alrededor de la escalera, involucrando el amplio pasillo al espacio de juegos; la habitación principal es concebida como un espacio fluido y abierto donde solo los cuartos de ducha y sanitarios son cerrados mediante puertas traslucidas.
El proyecto mantiene y potencía algunos objetivos ya presentes en la primera reforma, como la optimización de la luz y de la ventilación, conectando visualmente las dos fachadas en la zona de día , la abertura de "ventanas" interiores para prolongar visivamente los ambientes, y indroduce elementos nuevos, como las celosías de madera, para generar espacios abiertos y fluidos sin perder intimidad.