Casa consistorial del Valle de Allín
The new Town Hall building is based on a powerful and defined volume, but whose composition gradually reduces rigidities through the different windows, without showing an excessive domesticity. Its small size helps us to have a clear lecture of the piece; and the dislocation of symmetry, which gives the building a certain ambiguity, takes us away from the idea of own unique power, typical of these buildings.
Se parte de un volumen compacto y definido que aglutina todo el programa en dos plantas de 150 metros cuadrados cada una. El principal objetivo es organizar el programa optimizando su funcionalidad, evitando concesiones de diseño que entorpezcan la claridad de usos. La planta baja abarca los usos más públicos del programa (administración y área de atención pública, despachos, sala polivalente y aseos). En planta primera se ubican el salón de plenos y el archivo, además de los aseos.
Los elementos que definen el espacio interior se limitan exclusivamente a cumplir con los requisitos de funcionalidad y comodidad, evitando en todo momento actuaciones inoportunamente personalistas, atendiendo a la “ley del mínimo esfuerzo”.
Del mismo modo, el exterior intenta ser un reflejo de esa circunstancia, poniendo en valor la representatividad del edificio evitando actuaciones más allá de las estrictamente necesarias: Se ha pensado el continente como una pequeña caja de hormigón armado, cuya textura estriada dota al edificio de cierto carácter doméstico. El número de huecos se ha reducido al mínimo imprescindible, induciendo a la oposición muro/hueco en cada uno de las fachadas.
Así, lo que en principio es un volumen simple y abstracto, pasa a ser, mediante la conjugación de las aperturas y el tratamiento estriado, un objeto habitado.
En la fachada principal esta condición de "hueco representativo" adquiere una cierta entidad: se combina el acceso del público y el balcón consistorial que representa el poder local en un solo hueco, focalizando de esta manera la idea de "poder público" propio de este tipo de edificios. Asimismo, la simetría aparente del balcón y del acceso se disloca de manera sutil, evitando una centralidad que daría lugar a lecturas excesivamente redundantes.
Es, pues, una Casa Consistorial que parte de un volumen poderoso y definido, pero cuya composición reduce paulatinamente rigideces sin llegar a una excesiva domesticidad, cuyo reducido tamaño ayuda realmente en su lectura; y en donde la dislocación de la simetría dota al edificio de cierta ambigüedad, que nos aleja de la idea de poder único.
La presencia del centro de salud también incide en el diseño de la propuesta, en cuanto a su ubicación en la parcela. Se respeta por encima de todo la orientación del centro de salud, de modo que la Casa Consistorial entra a formar parte del conjunto. El acceso a la Casa Consistorial lo marca, pues, las alineaciones del centro de salud, de modo que se produce una aproximación frontal al edificio desde el exterior. Los dos edificios conforman un nuevo lugar de características claramente cívicas, independientemente del tamaño de la actuación. Y este nuevo lugar, esta parcela, sirve no tan sólo de base para estos edificios, sino también como una nueva y pequeña área pública para la población.
Autores: Ekain Jiménez Valencia y Patxi Lapetra Iriarte - Área: 300m² - Año Finalización: 2010 - Fotografías: Berta Buzunariz - Arquitecto Técnico: Fco. Javier Vivar Tomé - Promotor: Ayuntamiento del Valle de Allín - Constructora: Excavaciones Fermín Osés, SL - Presupuesto: 282.119€.