Asentamiento de Las Flores. El Cuco
Asentamiento integral para 278 familias damnificadas por el huracán Mitch en El Salvador
El Salvador, “Una isla del Pacífico anclada a tierra”.
En octubre de 1998, una de las violentas tormentas tropicales que periódicamente azotan Centroamérica y el Caribe ocasionó daños catastróficos en Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador. Penetró por la costa del Pacífico y tras cambiar varias veces de rumbo asoló ciudades y zonas rurales muy pobladas en una región castigada por otras catástrofes naturales recientes y por la guerra. Al igual que otras administraciones y entidades de todo el mundo, la Junta de Andalucía ofreció su ayuda para contribuir a la reconstrucción de las áreas dañadas.
Frente a otras opciones, se decidió actuar mediante un proyecto integral de vivienda, urbanización y equipamiento.
Concentrar la cooperación en un único conjunto de suficiente dimensión para constituir una unidad urbana, 278 viviendas para 1500 personas, permitiría abordar el objetivo de producir también ciudad. La profundización en el trabajo de proyecto y ejecución debería hacer posible ensayar procedimientos constructivos para la puesta a punto de un tipo de vivienda cuyos componentes básicos se pudieran servir rápidamente y con costes controlados en futuras situaciones de emergencia.
La comunidad a la que se destina el asentamiento pertenece al pequeño núcleo de El Cuco situado en la costa del Pacífico, y se dedica principalmente a la pesca. La dotación al nuevo asentamiento de una depuradora de aguas residuales de funcionamiento sencillo y “sin mantenimiento” debe servir de experiencia y fomento de la depuración de vertidos al litoral, actualmente inexistente en la zona, y por tanto al desarrollo del turismo y de la comercialización de la pesca artesanal en El Cuco.
La elección del emplazamiento y el aprovechamiento de las vistas sobre el mar y de las brisas, la concepción de la ordenación y la urbanización como espacio para la vida en comunidad, la definición particularizada del programa de necesidades de la población, la especial atención al proyecto de los espacios comunes, la adecuación de la vivienda al clima y al relieve del lugar, la previsión del mantenimiento y el uso futuro de las viviendas, y la incorporación de técnicas de protección ambiental para el conjunto del asentamiento, se adoptaron como principios directores del proyecto.
El valor del lugar elegido, está relacionado con la presencia del océano y las montañas.
Tanto desde las calles del Sur como desde la Colina se ve el océano. Las calles al Norte y la Plaza, se abren al interior, a las montañas.
La trama geométrica de la planta, (el orden de las parcelas, manzanas, calles), al superponerla al relieve y respetar su configuración, se transforma, en un mundo orgánico y cambiante, temporalmente indefinido.
Las viviendas se adaptan en su configuración a los niveles; crean una alteración en su perfil superior, se adaptan al terreno en su apoyo en el mismo y este hecho modela a la vez las cubiertas. La introducción del tiempo en el proyecto se hace visible. Es un pueblo construido en el tiempo.
La situación respecto al núcleo urbano principal, es de continuidad, no como ocurre con la mayoría de las actuaciones de ayuda a los damnificados por el Mitch.
La posición de la Plaza en el extremo superior, en la diagonal, en alto, haciendo que el espacio no decrezca desde el núcleo original hacia fuera, sino introduciendo un valor en ese extremo que ciña el asentamiento y los equipamientos asociados.
El anillo verde como fondo del mundo ilimitado, espacio de paseo y conexión de lo urbano con la tierra y el paisaje.
La posición de los equipamientos en la banda Norte, junto con el área del bosque, ciñen con una corona, crean unas plataformas que desafían la pendiente y nos hablan de ella.
La pendiente propicia la visión del lugar como casas que surgen de entre los árboles, como un alzado visto desde arriba o desde abajo con la posibilidad de dos miradas.
El anillo principal de circulación, da lugar a los ámbitos internos.
La vaguada central diagonal es paso peatonal alternativo interior, íntimo, para conocedores. Una visita al interior de las manzanas. Para no rodear, sino atravesar.
La vegetación más alta y superpuesta a la trama regular nos recuerda que existe un mundo paralelo que es soporte y cobertura de todo
El arbolado genera orden y particularidad, base y sorpresa… (mi casa está donde está el árbol…al final del…), además protege del sol, es el cielo protector cercano y transparente que ofrece fruta y leña.
Se ha previsto un pequeño vivero de especies arbóreas de crecimiento rápido, idóneas para el suministro de la leña, utilizada habitual y masivamente para cocinar, de manera que puedan prosperar sin peligro de talas clandestinas las plantaciones de especies de sombra necesarias para la urbanización del conjunto.
El pavimento liso y simple de las calles (hormigón) con la dulce sombra de los árboles… y bajo los árboles hay casas, personas.
Es la construcción de un espacio interior. La vivienda es la célula. Su repetición por sí sola no crea lo urbano, el lugar de orden en el que vivir. Su especialización (posición en relación con el terreno, orientación, individualidad sus vistas respecto a las otras) las hace diversas y capaces de crear un organismo más complejo.
Después de mucho tiempo, nace una ciudad española en El Salvador, ... no un simple asentamiento…. Una comunidad humana ordenada, con un sentido para llegar a ser…
Las reuniones con los vecinos, los modelos iniciales de viviendas… quieren una “casa” no un invento visto desde la interpretación que nosotros hacemos de sus vidas….
No regales o des nada que no aprecies tú.
Los materiales, aceptar lo disponible, materiales de la industria, para todos, pero darles un valor- hacer una casa- no un mecano, un caja o algo provisional –semipermanente, permanente, desarrollable…..-
La visión primera de las personas allí instaladas, la posición de las viviendas en el terreno, influyó. También la forma de realizar el proyecto y las fases, a partir de …los anteriores, la distancia, el hecho de no controlar tanto.
El proyecto, no dar nada por visto o sabido, ver los que se hacía, ver cómo era, profundizar y llevar a su máxima tensión en el momento.