Tesorería de la Seguridad Social en el Casco Antiguo
Ordenación del conjunto
El edificio negocia con la trama urbana su orientación, adaptándose a la realidad del entorno urbano existente. Las plantas baja y sótano se sitúan dentro de los límites del solar; las plantas superiores, en cambio, se desplazan y se alinean con la calle de l’Om. Este desplazamiento libera el espacio de la plaza situada al sur y genera un espacio más amplio.
Aunque el edificio divide en dos el vacío de la trama urbana, el tratamiento de los espacios es el mismo, y la planta baja se entiende como un elemento de continuidad del espacio exterior. Es fundamental la transparencia que se produce en el acceso con vistas sobre la plaza.
El edificio
El uso característico del edificio es administrativo en las plantas sobre rasante, mientras que las plantas sótano se destinan a uso de aparcamiento y espacios de servicio.
Se trata de un edificio organizado en tres volúmenes, la rotación de los cuales viene sugerida por la geometría de la parcela edificable.
El volumen de la planta baja adopta la geometría de la parcela. Esta planta establece una relación de continuidad con el espacio público en el cual se sitúa.
El volumen de las plantas primera a cuarta recupera la dirección de la calle de l’Om, y crea, con el voladizo originado por este giro, un gran porche que enmarca y protege la entrada del edificio.
El tercer volumen de las plantas quinta y sexta se orienta según un giro intermedio entre los dos volúmenes anteriores. El hecho que este tercer volumen sea más pequeño que el inferior, genera una terraza accesible a los usuarios del edificio desde la planta quinta.
La necesidad de luz natural determinada por el uso administrativo del edificio se resuelve con grandes ventanales en fachada que se protegen de la incidencia de la radiación solar directa a través de una envolvente continua de lamas de aluminio. Estas lamas confieren identidad a las fachadas del edificio: se disponen en posición horizontal a lo largo de las fachadas principales del edificio (fachadas longitudinales) y en posición vertical en los testeros.
El uso de una estructura porticada con pilares en fachada permite obtener plantas diáfanas que se organizan a partir de dos núcleos verticales, dejando el resto de la superficie libre. La compartimentación se hace a través de elementos de tabiquería ligeros. De esta forma, el edificio permite una versatilidad de ocupación en el tiempo.