En el centro de Granada, Puerta Real, se sitúa el edificio Olmedo. Realizado en 1943, en su interior alberga un estrecho pasaje comercial que conecta la calle Ganivet con la calle Reyes Católicos. En el local de 35m² situado en la esquina interior del pasaje, se propone instalar una tienda de ropa. Existió una perfumería anteriormente en dicho emplazamiento. Un lugar poco atractivo para un comercio, mal iluminado y agobiado con escaparates y persianas. Se plantea pues, con escasos medios económicos, una revitalización a partir de la tienda en todo el pasaje. Dada la poca superficie de la que disponemos se propone un cambio en el concepto tradicional de tienda y escaparate.
El proyecto explora, colaborando estrechamente con el cliente, las posibilidades que ofrecería difuminar la separación entre el ámbito privado y el ámbito público en una tienda de ropa. Aprovechando la maltrecha situación del local, en un pasaje interior público muy deteriorado, se propone un intercambio entre espacios de distinto carácter.
- Por una parte la tienda cede al espacio público aire, luz las 24 horas del día y actividades que fomenten el tránsito de personas (sesiones de música, exposiciones, etc.)
- Por otro lado el pasaje público cede su espacio para promoción de la tienda, posible extensión temporal de espacios de exposición.
- Pensamos la tienda como parte del recorrido del pasaje, donde artículos, actividades y espacio puedan invadirse mutuamente.
- Disponemos un suelo - expositor como parte del paseo. Ampliamos la superficie expositora.
- Este Escaparate Horizontal baña de luz las 24 horas del día el exterior mediante una iluminación de consumo mínimo a base de leds fabricada de forma casera muy fácilmente, reduciendo así los costes. Liberamos visualmente el pasaje, ampliándolo con aire.
La idea planteada es clara, y no necesita revestirse de múltiples materiales o colores. Los artículos darán color.
Para ello se procede a recuperar y poner en valor los elementos esenciales de la edificación que des-cubrimos: muros revestidos de cemento, ladrillo, pilares y vigas de hormigón e incluso las molduras de escayola originales del edificio.
Hasta que el presupuesto nos lo permite, despojamos a la arquitectura existente de todo aquello que no es necesario y en creamos un Escaparate Horizontal como parte de un recorrido en el nuevo pasaje ampliado.
En definitiva se pretendió establecer un diálogo entre distintos espacios, estableciendo un recorrido que difuminara usos privados y públicos con el fin de obtener un beneficio para ambos, aunque algunos de estos objetivos en la actualidad se encuentren a la espera de cumplirse.