Palacio de Justicia de Ciudad Real
Concurso Nacional de Ideas. Primer Premio
Photo: www.ducciomalagamba.com
En el polígono industrial Larache, extramuros de la ciudad histórica, próximo a la nueva rotonda que delimita las Rondas de Ciruela y Granada y traza las nuevas vías de colonización urbana de la periferia más próxima a la ciudad está situada la parcela del nuevo edificio de Juzgados de Ciudad Real.
Se trata, por tanto, de un sector de ciudad difusa en el que coexisten usos y construcciones de muy diversa naturaleza: viviendas de baja densidad y naves industriales comienzan a ser envueltas por grandes bloques residenciales. La parcela trapezoidal ofrece su fachada más corta a la calle Eras del Cerrillo frente a la Plazuela del Trillo.
La presencia del nuevo edificio judicial deberá iniciar la recualificación de un entorno desdibujado, casi sin atributos, a no ser por la pequeña plazuela del Trillo que habrá de jugar un papel destacado en su relación con los nuevos Juzgados.
La calle Eras del Cerrillo, estrecha y alargada, respira junto a la plazuela y permite así que el nuevo edifico ofrezca su mayor volumen al espacio urbano dilatado de la pequeña plaza del Trillo.
El edificio para el Palacio de Justicia cuenta con un amplio programa de una extraordinaria complejidad en el que la respuesta satisfactoria a los requerimientos funcionales requiere un alto grado de autonomía del edificio.
Nuestra propuesta plantea la construcción de un edificio básicamente en forma de U, siguiendo dos de las direcciones predominantes de la parcela, precedido de una pieza triangular que permite el acuerdo entre ambas geometrías. La pieza en U permite acotar entre sus brazos un espacio exterior propio tan necesario en el entorno áspero y desarticulado en el que habrá de ubicarse.
La pieza triangular configura el gran pórtico de acceso al edificio. Se trata del espacio con la escala apropiada al uso institucional del nuevo edificio, un gran vestíbulo abierto, plaza cubierta por la amplia marquesina que permite el triple acceso diferenciado solicitado en el programa (juzgado de guardia, sala de bodas y acceso principal). Un espacio social y público sustituirá ahora al pórtico monumental y grandilocuente del Palacio de Justicia.
Entre las dos piezas paralelas, que asumen la mayor parte del programa unidades judiciales y salas de vistas se localiza el vestíbulo propiamente dicho, un espacio de gran magnitud y escala como conviene al carácter público e institucional de nuestro edificio. Un espacio que viene definido por los vacíos producidos en el deslizamiento de las amplias pasarelas, plataformas suspendidas, que conectan las galerías de los dos bloques paralelos. Espacio fluido y continuo que asume la condición de espacio de intermediación entre el vestíbulo abierto y el denso jardín de álamos, corazón verde del nuevo edificio.
Este espacio luminoso y transparente ordena circulaciones y recorridos, clarifica la lectura del edificio y conduce la luz natural a todos los ambientes de estancia y trabajo. Al tiempo permite formalizar esa hermosa secuencia visual que arranca desde la plazuela del Trillo hasta llegar, sin obstáculos, al nuevo espacio interior arbolado, donde la mayor altura de cota de la parcela respecto a la rasante de la calle trasera permitirá asomarse al paisaje remoto de los campos de cereales.