Archivo de Castilla - La Mancha en Toledo
Concurso Nacional de Anteproyectos. Primer Premio
Photo: www.ducciomalagamba.com
El Archivo se construye sobre una parcela alargada del llamado Polígono, paisaje suburbial, anónimo, bien lejos de las hermosas fábricas urbanas de la ciudad de Toledo. No serán, pues, las condiciones dictadas para el lugar las que hayan condicionado el orden formal del proyecto, sino más bien aquellas otras relacionadas con el uso del edificio.
Un edificio que aloje el Archivo de Castilla La Mancha podría entenderse como un inmenso cofre, como una caja fuerte que guardase celosamente el patrimonio cultural, la memoria colectiva de la Comunidad. Ha sido ésta una imagen deseada para el edificio propuesto: un volumen compacto y cerrado, unitario y ensimismado, que guarda en su interior el valioso tesoro allí depositado. Un edificio que no exhibe la diversidad de sus espacios interiores y mantiene una discreta relación con su entorno sin renunciar a una presencia densa y eficaz. La idea de estratificación, de superposición de capas, de estratos, propia de una pila de documentos, subyace igualmente en la imagen figurativa de la propuesta. Volumen cerrado y contundente, aligerado perceptivamente mediante la estratificación como sistema de composición.
La propuesta rechaza la idea de entender el Archivo sólo como un silo de documentos, como un almacén de estanterías, proponiendo por el contrario un edificio significado por su espacio interior. Un espacio interior fluido y dilatado definido esencialmente por un gran vacío que transita verticalmente todos los niveles, en el que la luz natural, como no suele ser habitual en edificios de esta naturaleza, asume un papel decididamente protagonista.
Se propone, por tanto, un edificio compacto de cinco plantas de altura sobre rasante y una bajo la cota de la calle. Se ha optado por el módulo de 7m x 7m que construye, como un tejido, la totalidad del proyecto. El área común más pública del programa, así como las áreas de proceso técnico, dirección y administración del Archivo se desarrollan en las plantas baja y entreplanta, al tiempo que los espacios destinados al Servicio al Público ocupan la planta bajo rasante, abierta a un jardín excavado. Un jardín rizado de arbustos aromáticos, un enorme tapiz de cantuesos y espliegos, situando los árboles de gran porte en el resto de la parcela.
Esta intervención pone de manifiesto el interés del proyecto por dotar al edificio de un espacio exterior propio, de un recinto de calma y serenidad a disposición de las salas de usos múltiples y de lectura de la biblioteca. Un patio excavado, más íntimo, que podría permitir su uso para actividades al aire libre.
Los Depósitos se ubican en las cuatro plantas superiores. La planta tipo está constituida por una trama reticulada de 42 módulos de manera que un gran vacío central, que deja a un lado Archivo Regional y a otro el Bibliográfico, registra verticalmente todo el edificio y gestiona la relación de estos fondos con las áreas complementarias, más públicas, a través de dos núcleos de comunicaciones verticales.
El revestimiento exterior de todo el edificio se resuelve con piezas cerámicas de tradición local. Diseñamos ex profeso para esta construcción dos tipos de piezas de grandes dimensiones: una plana y otra en forma de T, cuya combinación ha permitido resolver los distintos requerimientos planteados por las diferentes fachadas. Un cerramiento que no es sino una delicada envolvente de lamas horizontales que permite unificar todas las fachadas, incluida la cubierta, con la utilización masiva de un solo material, pero que al mismo tiempo y en función de las condiciones climatológicas y de luz natural ofrecerá imágenes cambiantes y diversas para estas mismas fachadas.
El edificio se ubica en la parcela adosado a una de sus lindes laterales ofreciendo en su fachada paralela las dos entradas diferenciadas: personal y muelle de carga de materiales y la principal para el público, protegida por una gran marquesina de hormigón que asoma al patio excavado y conduce bajo cubierto al vestíbulo del edificio.
Durante su construcción nos fue requerida su ampliación en un tercio de su superficie total. A fin de evitar competir con el edificio principal la resolvimos con la construcción de un volumen bajo, como continuación de la marquesina, resuelto igualmente en hormigón visto. Más tarde decidimos envolver toda esta construcción con chapa de hierro.
El cerramiento de la parcela y el tratamiento de los espacios exteriores al edificio se han llevado a cabo de forma banal e incoherente por la Consejería correspondiente, desestimando nuestro proyecto.