El paisaje de esta zona de Almería ha servido de decorado durante cuarenta años: desde el nacimiento de un género como el Spaghetti Western con Sergio Leone a la cabeza, con El bueno, el feo y el malo o Por un puñado de dólares, pasando por modestas producciones como How I won the war de Richard Lester. Que un elenco tan abundante de artistas coincida a la hora de elegir este enclave para dar sustento a sus creaciones nos da una pista importante de su calidad paisajística. A ello ha ayudado de forma involuntaria el aislamiento y la falta de desarrollo en esta zona.
El ejemplo de Las Negras quiere despertar un comportamiento amable hacia lo colectivo; la elección de los materiales ha sido decisiva para consolidar la obra en su interacción urbana: la madera de la estructura y revestimientos de los bancos perimetrales despiertan un trato dulce que está jugando a favor de su consolidación. Existe una psicología simétrica en el trato humano que aquí está aplicada a la utilización y forma del material como medio de expresión del objeto. Esta reflexión está referida a “lo natural”, al sonido del mar, la materialidad y forma de los elementos naturales, la vegetación, las conformaciones geológicas, así como los encuadres de interés. Aquí el arquitecto se convierte en mediador o traductor de los valores del contexto. Posiblemente, la respuesta a todas estas preguntas estará en una concepción natural del paisaje urbano, formalmente espontánea y llena de influjos relacionados con su naturaleza científica: procesos, jerarquías y materialidades de “lo natural”.
Particularmente, nos sentimos interesados en la arquitectura de los soportes, o elementos abiertos a usos que tienen la capacidad de integrar los deseos, actividades y creatividad del interés público y, a su vez, están relacionados con el control de los vacíos, su propia medida y naturaleza paisajística y urbana.