Restauración de la Torre de la Gavina, s. XVIII
La Torre de la Gavina data de 1763 y forma parte de un conjunto de atalayas defensivas de tipología similar levantadas en el litoral de las Pitiüsas entre los siglos XVI y XVIII.
Se trata de un edificio de volumetría troncocónica, con un diámetro inferior de 12,35 metros y una altura máxima de 8,74 metros, que distribuye su programa funcional en dos niveles y plataforma superior. En la planta primera se encuentra la cámara principal, cubierta por una bóveda semiesférica de 3,20 metros de radio, así como la puerta de acceso orientada hacia el noreste. La planta baja se encuentra macizada en su extremo norte, mientras que en la zona sur se encuentra el almacén y el polvorín. La plataforma consta de un espacio descubierto delimitado por un parapeto continuo desde donde se obtiene una importante profundidad visual.
La intervención llevada a término entre abril de 2007 y junio de 2008 ha buscado actuar en aquello más relevante para garantizar la integridad global del monumento, permitiendo que el edificio manifieste todo aquello que el tiempo le ha conferido, perpetuando su carácter e identidad.
A excepción de los cerramientos practicables, de los cuales no se disponía de referencias, se han utilizado los mismos materiales y sistemas constructivos que los utilizados en la construcción original. Estos materiales fundamentalmente son mampostería de piedra calcárea local, mortero de cal y piedra arenisca local (marés). Se han restituido tan solo aquellos elementos que han sufrido una degradación suficientemente importante como para no poder continuar desarrollando su función en el conjunto de la edificación, y se ha manifestado claramente las piezas o zonas en las cuales se ha intervenido, respecto el substrato original.